Con la proximidad del verano, y en muchas zonas del país, con el sol que ya aprieta en primavera, surge en muchos hogares la idea de colocar un toldo que nos proteja, nos dé sombra o también intimidad respecto a los vecinos mientras estamos en la terraza o el jardín. Sean unos u otros los motivos, la elección de un toldo no es un asunto que se deba tomar a la ligera.
Ofrecemos cuatro aspectos a tener en cuenta para acertar con la elección y poder disfrutar de nuestro toldo sol y sombra.
1. ¿Para qué lo queremos?
No es lo mismo un toldo que se colocará en una ventana para parar el sol de la mañana o la tarde, y por tanto el calor, que otro que va en un balcón.
2. ¿Qué medida de sol y sombra necesitamos?
A más medida, mayor envergadura de brazos o de armazón
3. ¿En qué orientación lo situaremos?
Debemos pensar que el toldo debe protegernos del sol durante el mayor rato posible.
4. ¿Cómo es la climatología de tu zona?
Si vives en la selva, con lluvia frecuente e imprevisible, deberás apostar por determinadas telas y estructuras que eviten que el agua se acumule cuando el toldo está extendido. Si el sol es muy potente, tampoco te valdrá cualquier tela para parar el calor.